
Manuelita, vendría al mundo un año y dos meses después (24 de Mayo 1817) y dos años después, cuando Manuelita ya caminaba, llega Juan Bautista Pedro (1814, Junio 30).
Juan Manuel no fue un padre o un marido con horarios y una vida regular hogareña. El Desierto, la vida ruda del campo, la lucha feroz por conquistar tierras, el enfrentamiento sin cuartel con sus enemigos, hicieron que Encarnación aprendiera a gozar de la llegada e ida intempestiva de aquel gaucho-empresario.O de disfrutar cada minuto de aquellas vacaciones acotadas, pero no menos intensas, en los atardeceres donde el horizonte rojizo daba lugar a la noche profunda del desierto.
Si Rozas fue un gaucho empresario, Encarnación, fue la mujer de aquel gaucho. Recia, severa. Enfrentada a una sociedad que le daba la espalda por su relación con mulatos, pardos, indios, comisarios y soldados. Fue una patrona de estancia con los ovarios bien puestos.
Fue Encarnación el puente entre el populacho, al decir de los unitarios, (que no supieron ver en este hombre y esta mujer lo esencial: que mantuvieron a rajatabla el monopolio de la aduana de Buenos Aires) y el jefe del partido federal bonaerense. El hombre que pasaría a la Historia como el Restarurador de la Leyes
Juan Manuel no fue un padre o un marido con horarios y una vida regular hogareña. El Desierto, la vida ruda del campo, la lucha feroz por conquistar tierras, el enfrentamiento sin cuartel con sus enemigos, hicieron que Encarnación aprendiera a gozar de la llegada e ida intempestiva de aquel gaucho-empresario.O de disfrutar cada minuto de aquellas vacaciones acotadas, pero no menos intensas, en los atardeceres donde el horizonte rojizo daba lugar a la noche profunda del desierto.
Si Rozas fue un gaucho empresario, Encarnación, fue la mujer de aquel gaucho. Recia, severa. Enfrentada a una sociedad que le daba la espalda por su relación con mulatos, pardos, indios, comisarios y soldados. Fue una patrona de estancia con los ovarios bien puestos.
Fue Encarnación el puente entre el populacho, al decir de los unitarios, (que no supieron ver en este hombre y esta mujer lo esencial: que mantuvieron a rajatabla el monopolio de la aduana de Buenos Aires) y el jefe del partido federal bonaerense. El hombre que pasaría a la Historia como el Restarurador de la Leyes
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Historia